“Estoy cansado/a porque estoy trabajando mucho”, “Siento cansancio porque estoy haciendo demasiadas cosas, seguramente no estoy comiendo bien”, “Me siento agotado/a porque tengo muchos problemas”.
El estrés crónico y la fatiga crónica son diferentes momentos de una misma situación en el organismo. La fatiga sería como el período previo al estrés crónico. De hecho, el origen de la palabra “estrés”, a través de su derivado inglés “stress”, hace referencia a una “fatiga de material”. Es decir, el estrés está inevitablemente asociado al cansancio o la fatiga.
En estos casos, los pacientes describen su estado como un cansancio que quizás no pueden comprender o no saben cómo referir, pero que es más o menos constante. Es un estadìo en el que aún se puede revertir de forma mucho más rápida el cuadro, en el cual todavía no se generaron tantas alteraciones a nivel neuroendócrino, ni hay una inflamación crónica. Por lo tanto las respuestas celulares y la capacidad del organismo de autorregularse no se encuentran alteradas como en el caso del estrés crónico.
Sería como una señal de alarma. Si un paciente puede percibir esta situación de cansancio y ya hacer una consulta, y el médico realiza el tratamiento adecuado, muy probablemente los resultados van a ser mucho más rápidos que si el paciente ya llegó a una situación de estrés crónico.
Al igual que en el caso del tratamiento del estrés crónico, en el caso de la fatiga crónica se diseña un esquema de tratamiento absolutamente personalizado, en el cual se aplican distintas herramientas terapéuticas de la Medicina Biológica.
Estas terapias se realizan en forma secuencial adaptándose al proceso fisiológico natural de equilibrio y se aplican de forma absolutamente personalizada.
En términos generales, al igual que en el caso del estrés crónico, las principales herramientas terapéuticas que se utilizan en el tratamiento de la fatiga crónica son:
– DESINTOXICACIÓN: tiene como objetivo la optimización del funcionamiento de los órganos de excreción -que habitualmente no funcionan al 100%- y se prepara al organismo para recibir distinto tipo de terapias de acuerdo con cada paciente.
– REGULACIÓN HORMONAL O NEUROENDÓCRINA: tiene como fin asegurar que el sistema que participa en el equilibrio de nuestro organismo también funcione adecuadamente
– TERAPIA NEURAL: permite asegurar la correcta conducción del sistema neurovegetativo, que es el sistema eléctrico de regulación de nuestro organismo
– TERAPIA ORTHOMOLECULAR: es el suplemento nutricional a base de vitaminas, minerales, oligoelementos y aminoácidos que el cuerpo necesita para sintetizar las células que garantizan un correcto funcionamiento del organismo
– OZONOTERAPIA: optimiza todos los procesos descritos anteriormente, ya que asegura un mejor metabolismo del oxígeno, que es el elemento fundamental que necesita cada célula para que funcione correctamente
Estas terapias se acompañan de un plan nutricional adecuado.
3. Una vez finalizada esta etapa, generalmente la evolución del paciente es muy favorable y en caso de que persista algún síntoma más localizado y de acuerdo con la edad del paciente se puede realizar un soporte orgánico con CELULOTERAPIA.
Somos especialistas en tratamientos con Ozonoterapia y Medicina Biológica.
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